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SAN JUAN BOSCO

Festividad: 31 de Enero

Fecha de Canonización: 1934


Juan Melchor Bosco Occhiena o Don Bosco

(16 de Agosto de 1815 - Turín, 31 de Enero de 1888) fue un sacerdote católico, educador y escritor italiano. Fundó la Congregación Salesiana, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.

Desarrolló un moderno sistema pedagógico conocido como Sistema Preventivo para la formación de los niños y jovenes y promovió la construcción de obras educativas al servicio de la juventud mas necesitada, especialmente en Europa y América Latina. Fue autor de numerosas obras dirigidas a la educación juvenil y a la defensa de la fe católica, por esto es considerado como uno de los principales promotores de la Imprenta de su siglo.

Caracterizado por su especial preocupación hacia los jovenes, le valieron el respeto de las autoridades civiles y religiosas de su tiempo y de su país, así como una notable fama en el extranjero.
Juan Bosco, conocido mundialmente como Don Bosco fue declarado Santo por el Papa Pío XI el 1 de abril de 1934 a solo 46 años de su muerte y le fue dado el título de "Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes" por el Papa Juan Pablo II. Poblaciones, provincias, parques, calles, teatros, museos, universidades y sobre todo colegios llevan su nombre. La Familia Salesiana es uno de los grupos católicos mas numerosos del mundo y existen obras de Don Bosco en 130 naciones.

En 1825 Juan viviría una experiencia bastante curiosa que marcaría su vida y que ha sido registrada como "el sueño de los 9 años", en particular este primer sueño ha sido señalado la descripción de lo que sería su misión entre los jóvenes más necesitados. Don Bosco mismo describió dicho sueño:

"(...) Me pareció estar en un lugar cerca de mi casa, era como un gran patio de juego de la escuela.Había muchos muchachos, algunos de ellos decían malas palabras, yo me lancé hacia ellos golpeándolos con mis puños. Fue entonces cuando apareció un Personaje, que me dijo: "No con puños, sino con amabilidad, vencerás a estos muchachos". Yo tenía solo nueve años ¿Quién me estaba pidiendo hacer algo imposible? Él me respondió: "Yo soy el Hijo de Aquella a quién tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi Nombre, pregúntaselo a mi Madre". De repente apareció una Mujer de majestuosa presencia. Ella me llevó hacia ella y me cogió de la mano. Me di cuenta de que todos los niños habian desaparecido y en su lugar vi todo tipo de animales, ella me dijo "Hazte humilde, fuerte y robusto... y lo que tu ves que sucede a estos animales, tu lo tendrás que hacer con mis hijos". Miré alrededor y vi que los animales salvajes se habían convertido en mansos corderos...Yo no entendí nada y pregunte a la Señora que me lo explicara..Ella me dijo: "A su tiempo lo comprenderás todo".

Este sueño ha sido como el derrotero de su apostolado, especialmente la frase "no con puños sino con amabilidad vencerás a estos muchachos" que sería la base del futuro Sistem Preventivo de Don Bosco y su inspiracion en la Espiritualidad Salesiana.

Él tenía un temperamento espléndido, que miraba al mundo con ojos llenos de sabiduría, y se dedicaba apasionadamente a todo lo que le llamaba su atención.
El 31 de enero de 1888 a las 4: 45, murió el Apostol de los jovenes, tenía 72 años, 5 meses y 14 días de edad y había dado todo de sí para dejar una obra sólida para sus pobres muchachos. Su cuerpo permaneció en la Basílica de María Auxiliadora y después fue sepultado el 6 de febrero en la casa saleasiana de Valsalice, pero sus restos serían posteriormente trasladados a la Basílica en donde permanecen actualmente.
ORACIONES PARA SAN JUAN BOSCO


Oración

- Oh Padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco, que tanto trabajasteis por la salvación de las almas, sed nuestra guía en buscar el bien de la nuestra y la salvación del prójimo, ayudadnos a vencer las pasiones y el respeto humano, enséñanos a Amar a Jesús Sacramentado, a María Santísima Auxiliadora y al Papa, y obtenednos de Dios una santa muerte, para que podamos un día hallarnos juntos en el Cielo, Así sea.




Oración para Don Bosco.


- Oh Don Bosco Santo, que con tan gran amor y celo cultivasteis las multiples formas de acción católica que hoy florecen en la Iglesia, conceded a sus asociaciones el mayor progreso y desarrollo. Redoblad en todos los corazones la devoción a la Santísima Eucaristía y a María Auxiliadora de los Cristianos. Acrecentad en ellos el amor al Papa, el celo por la propagación de la fe, un solícito esmero por la educación de la juventud y grandes entusiasmos para suscitar nuevas vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras. Haced que en cada una de las naciones se fomente y arraigue la guerra contra la blasfemia y el mal hablar y contra la prensa impía; haciendo surgir en todas partes nuevos cooperadores para las diversas formas de apostolado recomendadas por el Vicario de Cristo. Infundid en todos los corazones católicosla llama de vuestro celo para que, viviendo en caridad difusiva, puedan al fin de su vida recoger el fruto de las muchas obras buenas practicadas durante ella.
..Padrenuestro...Dios te salve...Gloria San Juan Bosco, rogad por nosotros.
EL CIELO EXISTE. PERO
¿QUÉ Y CÓMO ES?


Llamamos Cielo, simbólicamente, al lugar y estado en que los justos viven felices con Dios para siempre en su gloria. "Vengan, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino que les está preparado desde la creacipon del mundo" (Mateo 25,34), dirá Jesús en la sentencia final. En el Cielo veremos a Dios tal y como es El, lo amaremos ardentísimamente, y seremos felices con la misma dicha con que El es eterna e infinitamente feliz.


Es imposible imaginarse la felicidad de la gloria. "El Cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha" (CEC 1024). Será la culminación de todos los bienes mesiánicos, de los que dice San Pablo que "ni el ojo vió, ni el oído escuchó, ni en cabeza humana cabe el pensar lo que Dios tiene preparado para los que le aman" (1Corintios 2,9).

Son célebres las palabras con que San Agustín acaba su genial libro Sobre la Ciudad de Dios, cuando describe nuestra vida en la Gloria: "Allí descansaremos y veremos. Veremos y amaremos. Amaremos y alabaremos. Alabaremos y seremos felices. He aquí lo que será el fin sin fin".

Nadie lo niega. Pero el pensamiento cristiano puede ir también en otra dirección. Aquella vida no será una contemplación embobada.
A la vez que en la visión beatífica de Dios, el bienaventurado estará dentro del cosmos, transformado por la acción divina, en una actividad dichosa y sin cansancio, como es la de Dios mismo. En definitiva, no sabemos cómo será el Cielo. Pero el Concilio nos dice que "Dios nos prepara una nueva morada..., cuya felicidad es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón del hombre" (GS 39)

¿PODEMOS ROGAR POR LOS DIFUNTOS?

En fuerza de la Comunión de los Santos, nosotros ofrecemos oraciones y sacrificios por los difuntos para acelerar su purificación, y ellos, agradecidos, ruegan también por nosotros. Ofrecemos por ellos, sobre todo, la Santa Misa, el mismo sacrificio de Jesucristo en el Calvario, que les aplica sus méritos infinitos.

Al hablar del Purgatorio, debemos mencionar las indulgencias. Indulgencia es el perdón o indulto que la Iglesia nos conce
de por recitar algunas oraciones o practicar ciertas obras buenas y con la cual pagamos a Dios la deduda que habríamos de satisfacer en el Purgatorio.


Un gran catequista, el P. Luis Ribera, explicaba esto de las indulgencias con esta comparación:

A. Un hombre fue condenado a muerte por un delito cometido.
B. Pidió clemencia y le fue concedida.
C. En cambio, le impusieron una pena de algunos días de carcel.
D. E incluso esta pena le fue también perdonada por un trabajo insignificante de pocas horas.
Sigue la aplicación.

A. Quien ha cometido pecado mortal, merece la pena del infierno, la muerte eterna.
B. Se arrepiente, confiesa su culpa y queda perdonado.
C. En cambio, ha de pagar algo a la Justicia Divina, en este mundo o en el otro.
D. Pero también esta pena se le perdona con sus buenas obras, oraciones e indulgencias.

Las indulgencias las ganamos para nosotros mismos, pero, por la Comunión de los Santos, las podemos aplicar a las almas de los difuntos, y así les ayudamos para su pronta purificación. Ese tesoro de la Iglesia nunca se agotará, porque cuenta con los méritos infinitos de Jesucristo. La Iglesia tiene señaladas las oraciones y prácticas a las que ha concedido indulgencias (CEC 1471-1473).


¿QUÉ DECIMOS DEL PURGATORIO?

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que la Iglesia llama Purgatorio a la purificación "de los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios , pero imperfectamente purificados, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del Cielo".

El Purgatorio ha sido llamado el dogma del sentido común... Porque si uno muere con un solo pecadillo, por mínimo que sea, no entrará en la presencia de Dios, pues "nada manchado entrará en ella" (Apocalipsis 21,27). Ha de limpiarse completamente.


Al haber muerto en la Gracia de Dios, las almas del Purgatorio están seguras de su salvación, pero deben limpiarse del todo en aquel fuego abrasador, aunque "esta purificación final de los elegidos es completamente distinta al castigo de los condenados" (CEC 1031).

La Biblia elogia a Judas Macabeo, que actuó "recta y noblemente", porque "ofreció un sacrificio expiatorio para que los muertos fuesen absueltos de sus pecados" (2Macabeos 12, 43-46)

¿QUÉ ES EL JUICIO?

Una verdad también fundamental en la predicación apostólica. "Esta establecido para los hombres el morir una sola vez, y después de esto, el juicio" (Hebreos 9,27). "Una sola vez". Eso de la reencarnación,aparte de una necedad, es una contradicción flagrante con la Palabra de Dios. El hombre, al morir, es juzgado por Dios en un juicio personal, y entonces recibe su sentencia eterna, de premio o castigo. Es el que llamamo
s "juicio particular". Al final de los tiempos,Jesucristo volverá "acompañado de todos sus ángeles" (Mateo25, 31)
Resucitará a todos los muertos, y "saldrán los que obraron el bien para la resurrección de vida; y los que obraron el mal, para la resurrección de la condenación" (Juan 5,29)
Todos ser
emos juzgados, lo mismo que los demonios del infierno: "¿No saben que juzgaremos a los mismos ángeles?" (1Corintios 6,3)
Y cuando "venga el Señor, sacará a luz lo escondido en las tinieblas y hará patentes las intenciones de los corazones" (1Corintios 4,5) Será el "juicio universal", aunque no cambiará para nada la sentencia que en el particular habrá recibido cada uno.


Diríamos que el particular es una audiencia privada, y el universal una pública, a la faz de todo el mundo. "Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo para dar cuenta cada uno de las obras buenas o malas que haya hecho en su vida mortal" (2Corintios 5,10).

Mateo, en el capitulo 25, 31-46, lo escenifica todo y nos ofrece una imagen grandiosa de aquel hecho final con el que Cristo cerrará la Historia. Los Apóstoles lo llamaban "El día del Señor" por antonomasia, el de su triunfo definitivoy el de su iglesia. Todos sus enemigos, vencidos, le reconocerán como Dios y Señor.

¿QUÉ SENTIDO TIENE LA MUERTE?

Es un fenómeno natural, comprobado cada día por todos. En la Biblia aparece como castigo del pecado: "Morirás...Volverás al polvo del que fuiste formado"(Génesis 2,17;3,19).

"Por un hombre que entró el pecado en el mundo y con el pecado la muerte. Y como todos los hombres pecaron, a todos alcanzó la muerte" (Romanos 5,12).



Sin embargo, vencida ahora la muerte por Jesucristo, para el cristiano el morir es compartir la muerte del Señor, a fin de compartir también con El la gloria de su Resurrección.


"Yo soy la resurrección y la vida, el que crea en mí, aunque muera, vivirá. Y todo el que vive, y cree en mí, no morirá para siempre" (Juan 11, 25-26)
¿CUÁL ES NUESTRO DESTINO FINAL?

Dios nos destinó desde el principio para la Vida Eterna, que el hombre perdió por el pecado, pero nos fue restituida por la pasión, muerte y resurreción de Cristo.


La Vida Eterna sigue siendo nuestro destino final. Nos encontramos ante ella con la muerte.

Seremos purificados por Dios en el Purgatorio, si es necesario, antes de entrar en el Cielo, nuestra morada definitiva. Aunque para los que se pierdan les quedará una condenación sin fin.

¿PERDONA DIOS EL PECADO?

Caído libremente el hombre, Dios no tenia ninguna obligación de venir en su ayuda. Muy al contrario, al hombre pecador ya en el paraíso, le prometio un Redentor. Enviado su Hijo al mundo, quiso que se llamase Jesús, es decir Yahvé Dios que salva: "Y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados" (Mateo 1, 21). Jesús al instituir la Eucaristía, nos dice: "Esta es mi sangre, que se derrama por todos para el perdón de los pecados" (Mateo 26, 28)

El perdón de Dios es una remision total, una amnistía completa. "Ya no queda nada de condenación para los que viven en Cristo Jesús" (Romanos 8,1). Por parte de Dios la salvación es absoluta, sin regresión. Es el hobre el que puede abandonar a Dios y perderse.



Así expresamos el primer anuncio gozoso de la salvación, la primera gran Buena Noticia que nos proclamaron los Apóstoles al resucitar Jesús y venir el Espíritu Santo.

Más tarde veremos lo que es el pecado como trasgesión de la Ley de Dios. Ahora nos basta saber que eso que hubiera sido la causa de nuestra ruina eterna, es precisamente la manifestación espléndida de la bondad misericordiosa de Dios. San Pablo expresa ambas ideas, pecado y condenación, conversión y perdón, en un parrafo terrible y consolador a la vez: "No se engañen . Ni los lujuriosos,ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los difamadores, ni los estafadores tendrán parte del reino de Dios. Y esto es lo que eran algunos de ustedes; pero han sido purificados, consagrados y salvados en nombre de Jesucristo, el Señor y en el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6,9-11)

AFIRMAMOS

El perdón de los pecados es la amnistía completa concedida por Dios al hombre, en virtud de la Sangre de Cristo, que la derramó por nosotros.


EL PERDÓN DE LOS PECADOS

Cual fue el primer anuncio de salvación?

Si profesamos expresamente nuestra fe en el perdón de los pecados, es señal de que es un articulo de fe muy importante. Así lo ha creido la Iglesia desde los Apostoles, que proclamaban de la predicación evangelica.

Esta era la primera "Buena Noticia" !los pecados han sido perdonados!... Lo cual esquivalía a decir que Dios era de nuevo nuestro amigo, que ya no le podíamos tener miedo, que estábamos salvados los que antes ibamos hacia la condenación.
Jesus resucitado dice a los Apostoles que "en su nombre se ha de predicar la remision de los pecados" (Lucas 24,47)

Pedro en su primer discurso el día de Pentecostés "Bautícense en el nombre de Jesucristo, para remision de sus pecados" (Hechos 2,38).

Y despues a la asamblea de los judios "Dios resucito a Jesús y lo exaltó a su diestra, para otorgar el perdón de los pecados

(Hechos 5, 30-31)
FE Y VIDA

Ser hijo o hija de la Iglesia significa ante todo, estar orgullosos de nuestra Madre. Ya sabemos que la iglesia en su elemento humano y mientras camina por este mundo, siente la miseria de muchos hijos suyos, que somos nosotros.



Es así pero tambien sabemos que un día al triunfar totalmente la Gracia sobre nuestras debilidades, la Iglesia aparecerá ante Cristo como su: "Esposa Santa e inmaculada, radiante de hermosura, sin mancha ni arruga que desluzca su hermosa faz" como asegura San Pablo: (Efesios 5, 27)



Hoy la Iglesia catolica es atacada por todos sus costados, igual que lo ha sido siempre, y lo será hasta el final. La Iglesia católica que conserva el Espiritu de Cristo y que es el mismo Cristo continuado en el mundo, sentira siempre como gran gloria suya, el zarpazo de la fiera. Ya nos dijo el Señor: "Si a mi me han perseguido, tambien les perseguiran a ustedes" (Juan 15:20) Y nos atacarán con la mayor persecución de todas, como es incitando a la apostasía de muchos hijos suyos, de las que ya nos previno San Pablo: "Se introduciran entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. De entre ustedes surgiran hombres que enseñaran doctrinas perversas y arrastrarán discipulos detrás de sí !Estén alerta!" (Hechos 20, 29-31) "Es inevitable que surjan entre ustedes divisiones, así se demuestra quienes son los fieles de verdad" (1 Corintios 11:19)


No creamos en una Iglesia que no es perseguida, calumniada, denigrada, desgarrada por los que se van de ella... Esa iglesia no perseguida, no es la iglesia de jesucristo, como el Espiritu de Cristo y el mundo no se podrán cansar jamás. Jamás el mundo tampoco dará paz a la Iglesia verdadera y dejará de hacerle guerra. La Iglesia que exige de nosotros amor, pide tambien a cada uno fidelidad, entrega, trabajo para trabajar todos en la consolidación y expansión del Reino de Dios instaurado por Jesucristo, hasta que llegue a su consumación al final de los tiempos. No trabajar nada por la Iglesia es demostrarse un cristiano muy flojo, demasiado flojo.

"Iglesia peregrina de Dios... somos en la tierra semilla de otro Reino, somos testimonio de amor. Con qué ardor lo cantamos en nuestras celebraciones!
¿no
es así?....